Las commodities continúan mostrando un positivo comportamiento y apuntan hacia mayores rentabilidades. El petróleo marcó la semana pasada su precio más alto superando los 70 dólares por barril, aunque luego se retrajo.
Los principales jugadores económicos del mundo ya están proyectando una subida de las materias primas en general, no solo por los flujos especulativos sino por una incipiente recuperación que ven algunos.
En este escenario, existe una tendencia que podría estar adelantando un escenario inflacionista y un factor bajista para el dólar. Esto podría favorecer el incremento de flujo de capitales hacia los mercados de materias primas.
Esto también tiene que ver con un comportamiento de los bonos del tesoro estadounidense a largo plazo, cuyos tipos de interés continuaron su escalada alcista. Esta subida abrupta de las tasas conlleva una caída en el mercado de bonos, que afectaría no sólo a la cotización del dólar, sino que también sería un problema para todos los países tenedores de deuda americana, especialmente para China y Japón, los mayores tenedores de estos activos.
Con una devaluación de la moneda norteamericana, los principales beneficiados serían aquellos activos que se nominan en esa moneda, que aumentarían su valor. Entre estos activos encontramos a las Materias Primas.