El pasado viernes se emitía el informe de la OPEP Previsiones Mundiales del Petróleo 2014 en el cual podemos encontrar datos relevantes de las proyecciones que la organización prevé para el crudo en los próximos años, unos datos que cobran más interés si cabe por emitirse en un momento como el actual en el que el precio del crudo ha alcanzado límites bajistas históricos.
El primer dato relevante lo constituye el hecho de la previsión del aumento del consumo en un 22% hasta el año 2040 hasta lograr un equivalente a los 111 millones de barriles diarios, un crecimiento amparado tanto en el propio crecimiento económico mundial como en la previsión del aumento del consumo de los países en desarrollo.
¿Ganamos o perdemos con un petroleo barato?
Sin embargo, este pronóstico va acompañado también de la constatación de la disminución de la relevancia del crudo dentro del panorama energético, una bajada que vendrá acompañada del aumento del consumo de otros combustibles fósiles, lo que es significaría un panorama energético en el cual la dependencia del petróleo se verá reducida en el citado periodo de tiempo.
Los combustibles fósiles mantendrán el liderazgo
El informe se muestra concluyente al afirmar que los combustibles fósiles serán los que mantengan el rol principal dentro de la cobertura de la necesidad energética mundial en un futuro inmediato, la previsión contempla un escenario en el que en la fecha indicada, 2040, la economía mundial va a seguir necesitando una cobertura de hasta el 78% de sus demandas energéticas destinada a los combustibles fósiles, esto supondría en conjunto un retroceso escasamente del 3% con respecto a la dependencia actual.
El dato más relevante en este sentido es la disminución de la dependencia del petróleo, teóricamente en la fecha indicada este sólo supondrá el 24% del total de las fuentes de energía, es decir, un 8% menos que en la actualidad. El gran vencedor dentro de los combustibles fósiles, al menos en esta previsión es el gas. El informe señala el gran aumento del suministro en buena medida debido a la política de extracción estadounidense basada en el gas de pizarra o esquisto, un proceso que está modificando de manera significativa el paisaje energético, debemos tener en cuenta como la comparativa del bajo precio en relación otro combustible fósil como carbón está motivando, entre otras cuestiones, la exportación de carbón estadounidense a los mercados europeos.
