Todos sabemos la magnitud de la catástrofe y el poco tiempo transcurrido, lo terrible es que ni siquiera se puede dar por concluido el episodio de seísmos, y esto hace imposible valorar el impacto que tendrá sobre la economía japonesa y la economia mundial.
Entre los sectores más negativamente afectados estarían las compañías manufactureras japonesas que han visto paralizada su producción, como son Toyota, Nissan, Sony, etc. y las aseguradoras que afrontaran elevadas pérdidas para cubrir las demandas.
Entre las que se verán beneficiadas en el medio plazo estan las que puedan hacerse cargo de la reconstrucción, así como aquéllas que acojan la demanda desviada de compañías afectadas, respecto a otras variables fundamentales. La paralización de las centrales nucleares ha afectado, según cifras preliminares, a un 26% de la capacidad instalada en Japón.
Uno de los aumentos se vera reflejado en el gas, dada la necesidad de suplir las necesidades energéticas, lo que tendrá impacto al alza sobre los precios de la materia prima.
Por otro lado, no esperaríamos gran impacto sobre los precios del acero: Japón es el segundo productor mundial de acero carbono con un 7.8% de la producción mundial pero las plantas afectadas afectarían a un 1.5% de la producción mundial.
Las primeras estimaciones de las autoridades japonesas hablan de un impacto de unos US$100m.m., lo que supondría un punto porcentual sobre el crecimiento económico y por el lado financiero, el Banco de Japón anunció ayer que ha inyectado 483 m.m. de euros para garantizar la liquidez en los mercados monetarios.