Constatar la evolución del precio del petróleo en los últimos dos meses es asumir una caída libre en el coste de esta materia prima que ha pasado de costar en el mes de junio $115 el barril (en el caso del barril de referencia Brent) a costar menos de $82. Esta bajada, con pocos visos de recuperación a corto plazo, se sitúa en un escenario en el que la producción supera a la demanda, una producción que en el caso de Estados Unidos vuelve a alcanzar y superar cotas de los años 70 del pasado siglo y que nadie, ni mucho menos productores como Arabia Saudit, quiere recortar por temor a perder cuota de mercado.
Toda esta situación hace que los analistas hablan de periodo de recesión del precio del petróleo sin frontera definida. En este contexto la duda sobre a quién beneficia y a quién perjudica la situación es razonable.
Prosiguen las caídas record del precio del pétroleo
Técnicamente estamos ante una de las situaciones de precio bajo del petróleo más importante de los últimos años. El promedio del precio del barril durante los últimos cuatro años se situó a $107, en 2012 este precio ya se colocaba por encima de los $110… parecería razonable que con el precio actual situado por debajo de los $82 hablemos de una retirada muy notable del coste, algo que se traduce en un 26% menos simplemente con respecto al mes de junio, pero, todo esto no nos debe hacer olvidar que hace tan sólo seis años el precio medio del barrio se situaba ligeramente por encima de los $45 llegando alcanzar cotas bajas de hasta $36.
Es decir, efectivamente nos encontramos ante una racha bajista del precio del petróleo pero ni de lejos en los límites citados del año 2008.
Desde el punto de vista de nuestro país, y como cabía esperar, venimos a situarnos en el grupo de los países que sí pueden verse beneficiados de esta situación. En general los países con mayor dependencia energética serán los que comiencen a notar de manera ostensible ese abaratamiento acumulado que de momento oscilará entre el 20% y el 30%. Por supuesto Europa, y España dentro del continente, se encuentra el grupo de mayor beneficio por la situación, no sólo porque somos uno de los mayores importadores de petróleo sino también porque las reservas permiten un margen de negociación notable en esta situación.
En el caso de nuestro país, simplemente el mantenimiento del precio del petróleo en este nivel durante un año completo supondría un ahorro la factura de la compra de crudo superior a los 36 millones de dólares diarios, esto obviamente podría traducirse en un abaratamiento del costo del combustible, pero, ni mucho menos proporcional a esta disminución real del crudo, es decir, no vamos a ver un abaratamiento del 25% en el precio de los combustibles.