China se configura desde hace ya muchos años como el principal productor de ajo del mundo. Argentina, España y Estados Unidos, son los siguientes productores por importancia en el mercado mundial. Sin embargo a estos países de los continentes americano y europeo les resulta muy difícil competir contra China, debido a lo bajo de sus precios.
La situación actual parece que va a producir un cambio en este esquema mundial. En China se ha instaurado la creencia que el ajo ayuda a prevenir y combatir la gripe A. Como consecuencia de este “mito”, la demanda de esta materia prima se ha disparado.
Las escuelas chinas adquieren diariamente cientos de kilos de ajo, para proporcionárselo a sus alumnos y con ello mantenerlos alejados de los peligros de este nuevo virus que se ha transformado en pandemia.
Sea por especulación o por exceso de demanda, lo cierto, es que el precio del ajo se ha multiplicado por quince desde marzo, en muchas ciudades importantes del gigante asiático.
Recientemente han comenzado a sonar numerosas alarmas en el mercado chino. No solo aumenta permanentemente la demanda, sino el número y extensión de los campos dedicados a este cultivo ha disminuido drásticamente.
El motivo de esta disminución corresponde buscarlo algunos meses atrás cuando producto de la crisis, los precios de esta materia prima colapsaron, obligando a quienes lo cultivan a optar por otro producto más rentable.
Esta combinación de factores, escasez y especulación, provocó un frenesí de trading en torno a este mercado. Esto ha secado de liquidez el área. El motivo de esto es muy simple, como todos apuestan a la subida del precio, solo basta comprar el ajo y almacenarlo un tiempo a la espera de que el incremento se produzca y de esta manera obtener importantes ganancias por solo aguardar.
