Cuidar el medio ambiente ha dejado de ser una consigna para convertirse en una afirmación real, real y necesaria. El cambio climático está cerca, lleva persiguiéndonos desde hace bastante tiempo y no parece que vaya a tirar la toalla en su propósito de asentarse y transformar el mundo tal y como lo hemos conocido hasta ahora. Como si de en un ring de boxeo se tratase, en la parte contraria está la sociedad, que lejos de no poder hacer nada, puede hacer muchísimo, desde la instalación de paneles solares hasta el uso de iluminación LED.
Porque la sociedad actual se encuentra en una encrucijada: o combatir el cambio climático o adaptarse. Y, en realidad, lo más conveniente y lo más aconsejable es elegir una tercera opción y es la de dejar de usar los recursos como si fueran infinitos, porque ya se sabe que no lo son, mientras que se cambia de hábitos en la producción y uso de la energía hacia modelos más sostenibles y eficientes basándose en fuentes de energía menos contaminantes.
Además, dependiendo del sistema que se elija se pueden producir ahorros importantes en la factura de la electricidad que pueden rondar hasta el 40% y amortizando la instalación en poco tiempo.
Así, muchas empresas han optado ya por utilizar sistemas eficientes de generación de energía como placas solares en las cubiertas porque, por un lado consiguen ahorrar y, por otro, ejercen de una actitud responsable frente al medio ambiente y que suele responder a los valores con los que se funda la compañía, – y más si tiene menos de 20 años en los que la concienciación con respecto a la necesidad de cuidar el medio ambiente se ha consolidado entre las pymes y grandes empresas españolas, de una manera u otra.
La instalación de paneles suele ser una buena respuesta ya que las empresas que se encargan de ello suelen realizar proyectos a medida, haciendo estudio de costes, de uso de la electricidad y, por tanto, de hábitos de consumo, de las horas de sol en el lugar donde se encuentra la instalación, así como el estudio de espacio en el tejado o cubierta. De esta forma, se pueden calcular cuántos paneles se van a necesitar para mantener el mismo historial que con la energía convencional y sin ningún problema ni riesgo, ya que se estará siempre conectado a la red.
Asimismo, a través de la monitorización de la instalación, se puede comprobar el funcionamiento correcto y anticiparse a cualquier problema que pueda surgir y, por su parte, el usuario puede comprobar en todo momento el ahorro generado a través de una aplicación donde se recoge el uso de la energía por la instalación propia en tiempo real.
Como la diferencia en la factura es importante, colegios, centros de trabajo y otras actividades se sienten muy atraídas por esta tecnología que, a la misma vez, no deja de representar un beneficio importante para la sociedad, evitando grandes cantidades de emisiones a la atmósfera al cabo de los años y, por tanto, contribuyendo a una mejor calidad del aire y bienestar.