Hace poco ya reflejamos el sentir de muchos de los grandes analistas de mercados en relación a la tendencia a la baja generalizada en las materias primas. Los más pesimistas entienden la situación como el inicio de un ciclo bajista que no tiene un horizonte de recuperación a corto plazo, es decir nos encontraríamos en el inicio de un punto de descenso correspondiente a la época bajista del ciclo.
Si nos atenemos a los movimientos en precios de referencia como el petróleo o el oro la verdad es que estas previsiones parecen confirmarse. En las últimas semanas incidimos mucho sobre el precio del petróleo que, recordamos, ha caído desde los picos máximos en el mes de junio más de un 30%, pero, aunque no en porcentajes tan elevados el oro también está comenzando a rebajar su precio y alcanzar cotas bajas comparables a las del año 2010.
¿Quién se beneficia del bajo precio del oro?
De hecho el oro o y se encuentra ya por debajo de los $1150 la onza. Esto supondría como decimos la cota más baja desde el año 2010, peor aún, salvo un cambio de tendencia que no se vislumbra en los dos próximos meses realmente estaríamos ante el cierre de otro ejercicio en caída con lo cual se acumularían dos años consecutivos de retroceso.
En la jornada de ayer la caída volvió a acelerarse y por momento rozó el 2%. Dentro de la tendencia encontramos un punto de coincidencia entre la desinversión en oro y la renovación en la subida del precio del dólar que se ha visto favorecida por la retirada de los estímulos de la Reserva Federal así como por el grado de firmeza que la economía estadounidense ha mostrado durante el último mes.