Desde el principio de acuerdo del pasado 26 septiembre se espera la firma definitiva que solucione la crisis del gas que está atravesando Ucrania y Rusia y que de momento ya se materializó en el corte del suministro por parte de Rusia. Sobre el papel la pasada semana se debiera haber escenificado este acuerdo, pero, resultó frustrado.
Las partes se han vuelto a emplazar para el miércoles 29, sin embargo, las expectativas son dispares dependiendo de donde parte el análisis.
El comisario europeo de energía, después de la frustrada reunión de la pasada semana se mostraba optimista respecto al menos a la firma del principio de acuerdo del pasado 26 septiembre durante esta semana en la que estamos entrando, sin embargo, el clima sigue siendo poco propicio y las dudas sobre si es posible un acercamiento mayor son muy profundas, mientras que, incluso, desde determinados análisis se duda de la firma del preacuerdo para esta semana tal y como las autoridades europeas pretenden.
Recordamos que estamos ante un proceso enquistado, surgido en medio de los conflictos políticos y armados que sacuden la región, en los que materias primas como el gas y el carbón están siendo una parte fundamental del enfrentamiento, así como un elemento coercitivo más que notable. Baste recordar la influencia que la baja de la producción de carbón (cuyos principales focos de producción se encuentran en la zona de conflicto) esta generando en la industria ucraniana que ha caído en picado durante los últimos seis meses.