Hasta ahora, la cosa se venía desarrollando de la siguiente manera: baja el dolar, suben los precios de las materias primas, y viceversa. Pues bien, en las últimas semanas se ven signos de que esta correlación inversa puede romperse.
Este comportamiento, que debería constatarse con el tiempo ya que el verano boreal no permite sacar conclusiones determinantes dado el bajo volumen, podría ralentizar las subidas de las materias primas, principalmente del petróleo.
La razón hay que buscarla más allá del bilete verde: ante la publicación de datos macroeconómicos positivos en EEUU, parece que el dolar se comporta principalmente atendiendo a sus propios fundamentales más allá de la disminución de la aversión al riesgo que se genera por el incremento de las expectativas de recuperación.
En este sentido, los mercados de materias primas podrían sufrir un estancamiento de los precios a la espera de mayor información en lo que respecta a los famosos brotes verdes.