La globalización económica es el proceso durante el cual las empresas expanden rápidamente sus mercados e incluyen a sus clientes globales. Esta expansión es posible debido a los avances tecnológicos en todo el siglo 20, ya que estas han hecho más fácil la comunicación global. Los viajes en avión y las redes de correo electrónico significan que es posible administrar un negocio desde una ubicación remota. Ahora que las empresas tienen a disposición el proceso de internacionalización, sin embargo, evalúan una serie de consideraciones antes de comenzar dicha expansión.
Presupuestos
Las operaciones en el extranjero suelen ser atractivas para los ejecutivos que buscan reducir sus presupuestos con el fin de aumentar los beneficios. Por ejemplo, es posible reducir los costes de las empresas aéreas en los países con divisas relativamente no influenciadas por la inflación y con menores costos de vida. Las empresas radicadas pueden reducir los gastos generales de funcionamiento en países que tienen acuerdos libres de comercio. En la mayoría de las ocasiones, es más económico, emplear una mano de obra en estos países, ya que el costo de vida es más bajo. Cuando las empresas experimentan crisis financieras, los ejecutivos intentan salvar lo que queda de la empresa mediante la reformulación del presupuesto y se trasladan al extranjero.
Mercados
La ampliación de los mercados atrae a muchos ejecutivos que piensan de forma global. Esto puede reducir la dependencia de la compañía en los mercados locales y nacionales. Es decir, las caídas en la demanda de consumo se compensan con repuntes en la demanda de los consumidores de los mercados internacionales. Los mercados más grandes también significan un mayor potencial de ganancia, por lo que las empresas cuando se globalizan buscan nuevas oportunidades de negocio e incluso amplían la gama de productos y servicios que ofrecen. En muchas ocasiones las empresas expanden sus subregiones para obtener el dominio del mercado antes de que un competidor de la industria se expanda en la región.
Cambiar
El cambio es una faceta siempre presente en el desarrollo de los negocios. Las empresas contratan a sus consultores externos para asesorar la reestructuración de la empresa durante las crisis financieras. A veces, el hecho de que las empresas se globalicen es el producto del inevitable reflujo y flujo del comercio. Un empresario extranjero puede transferir las operaciones a su país de origen, por lo que la expansión global es aún más deseable. La competencia puede desarrollarse en esas regiones pero no es prudente que su empresa continúe con sus operaciones.